El blog de Carme Pla

Siguiendo con nuestra serie de artículos compartidos, el sharismo sincronizado con Yoriento sobre carrera profesional, en el que hasta el momento hemos tratado los temas de utilizar las herramientas de la web social para encontrar empleo en la red, los profesionales que te ayudan en el viaje del auto-conocimiento y consejos para encontrar el trabajo de tu vida. Hoy traemos un artículo que Alfonso ha titulado muy acertadamente Cómo relacionarte con un amigo que busca trabajo.

El artículo original, How to talk to a friend who’s been laid off, es obra de Penélope Trunk, fundadora de 3 startups, siendo la más reciente, Brazen Careerist, un servicio web para ayudar a las empresas a encontrar candidatos.

El despido solía ser tabú. Pero ya no lo es. Y la mayoría de nosotros hemos meditado algún tipo de plan por si nos pasa a nosotros. Ya se acabaron los días en que la gente simulaba que no ocurría.

Una cosa que mi ex-marido y yo hicimos bien, [como hicieron nuestros compañeros,] fue aprender a trabajar en equipo en el departamento de despidos. Ambos fuimos despedidos muchas veces a los largo de los años 90s. Y de alguna forma, adquirimos una especie de rutina, y se convirtió en una forma de vida normal.

Hoy hay una generación en la fuerza de trabajo, totalmente familiarizada con los despidos, y no familiarizada con la idea de que el trabajo es seguro. Siempre. El lado bueno de todo esto es que no hay una enorme diferencia entre alguien que ha sido despedido y alguien que no lo ha sido en el punto que todos nos sentimos vulnerables y asustados.

Lo que significa que la etiqueta es distinta a lo que solía ser para hablar a alguien que ha sido despedido.

1. No preguntes «Â¿Cómo va la búsqueda de empleo?»
¿Sabes cuántas veces al día oye esto alguien que está en desempleo? Diez. E incluso si en realidad no son diez, en su cabeza son diez. Se lo pregunta a sí mismo y se imagina otra gente preguntándoselo, y se estresa con la respuesta. Porque la búsqueda de empleo no avanza mucho de un día para otro, pero desmoraliza.

Así que ten por seguro que si alguien en desempleo tiene algo estupendo que contarte lo hará por iniciativa propia sin necesidad de que le preguntes.

2. Pregunta por temas extracurriculares.
En este momento, tenemos una generación que está acostumbrada a cambiar de trabajo a menudo y a pensar en términos de momentos de entre medias de trabajos. Los intermedios de trabajo son el mejor momento para tomarse unas verdaderas vacaciones y a menudo son el mejor momento para adquirir un conocimiento profundo de algo totalmente nuevo. Esta tendencia está siendo mucho más pronunciada durante la actual depresión económica. La gente se está centrando en sus hobbies, niños y salud – todos ellos temas interesantes de los que hablar.

Aquellos de vosotros que estáis empleados podéis encontrar un poco de inspiración aquí. Todos sabemos que no tiene sentido hacer estas cosas sólo en momentos de entre medias. Así que averigua qué cambios han hecho tus amigos desempleados para recentrarse y mira a ver si tú puedes hacerlo ahora. Antes de que te quedes sin empleo.

3. Pregunta por el seguro médico.

[fuera de traducción] Este tema es muy distinto en el contexto de USA que en el de Europa. En USA es muy acusada la preocupación por el seguro médico. Si una persona cae enferma mientras está en activo, tendrá opción a los cuidados médicos necesarios, ya que el seguro que paga la empresa le cubrirá los gastos. Pero en el momento en que la persona se queda sin empleo, perder la salud es un grave y serio problema en todos los aspectos.

En Europa, y más concretamente en España, nos quejamos de la atención sanitaria, aunque suele ser en términos de atención personal. Sin embargo, tenemos la tranquilidad de saber que en el momento en que se nos presente algún problema grave, que precise de alguna intervención difícil, nos respalda la sanidad pública. En momentos difíciles no acudimos a ningún servicio privado, sabemos que sólo la sanidad pública nos puede responder. Es un enorme respaldo con el contamos, aunque afortunadamente no nos damos cuenta de ello más que de forma realmente excepcional. [/fuera de traducción]

4. Habla de las novedades del sector.
Una de las cosas más difíciles cuando estás en desempleo es manterte al día de las novedades del sector. Si estás en la oficina cada día, te mantienes informado mediante una especie de osmosis. Pero si no estás trabajando en tu campo, tienes que dedicar mucho más esfuerzo para mantenerte al día. Escucharlo de primera mano de alguien que aún mantiene el empleo es útil, ayuda.

Así que cuéntale a la persona en qué estás trabajando. Las tendencias de las que oyes hablar. Los cambios de personal que has visto. Las habladurías también cuentan como noticias. El chismorreo en el puesto de trabajo es una forma positiva de afianzarse. El trabajador despedido está fuera de ese lazo positivo del chismorreo, a menos que le proporciones un poco. Así que olvídate de lo que te contó tu madre sobre el karma malo del chismorreo. En este caso, el chismorreo es igual a karma bueno.

5. Ofrece un contacto bueno.
No tienes que hacer ver que estar conectados en Linkedin vaya a ayudar a esa persona. Quiero decir que debería haber construido su red de contactos mucho antes de llegar el despido. Pero puede ofrecer una persona que conoces bien que pueda hablar con la persona despedida.

La verdad es que todos conocemos a alguien en desempleo. Y todos sabemos que la próxima persona podemos ser nosotros. Si alguien se siente orgulloso por tener trabajo no comprende en absoluto la realidad. Claro que parte de ello tiene que ver con lo que cada uno hace y con el talento. Pero hay una parte de suerte. Cualquiera se puede encontrar en desempleo en cualquier momento.

Este es el motivo por el que cualquiera a quien preguntes ayudará a un amigo que le han despedido. Una vez. Prestar cinco minutos de ayuda es una petición razonable. Así que puedes hacerlo por un amigo. Si tu amigo no es suficientemente inteligente para convertir esos cinco minutos en algo mucho mayor, ya no es cosa tuya.

6. Reconoce el problema con la pareja.
Se despide a más hombres que mujeres, lo que pone a las mujeres en un punto negativo porque muchas mujeres eligen marido pensando que él ganará más que ella (sí, incluso mujeres inteligentes de Stanford). Solía pasar que no podíamos discutir abiertamente el golpe de testosterona que comporta ser despedido. Pero hoy en día se trata de un juego limpio, e incluso compasivo de reconocer.

No todas sacan provecho de la situación. Algunas están en grupos de ayuda para hacer frente junto con sus novios la pérdida de sus bonos de siete cifras. Otras mujeres pierden sus empleos del mismo modo que sus parejas.

Pero lo importante aquí es que hombres y mujeres están hablando de la dinámica en la relación que conlleva ser despedido, así que tú también deberías patear este camino conversacional.

7. No seas tímido al mostrar gratitud
A un compañero que le han despedido díle que le echas de menos. Y lo que echas en falta. Es difícil mantener la moral cuando estás buscando trabajo. Y a menudo olvidamos nuestro talento porque las negativas nos hacen sentir totalmente faltos de talento.

El acto de decirle a alguien lo que echamos en falta de alguien, le ayuda a recordarle que era valioso en su puesto de trabajo. Y también te da a ti un pequeño impulso, porque practicar la gratitud incrementa tu felicidad en un 25%. De hecho, ser agradecido por lo que tienes te hace más feliz de lo que podría cualquier trabajo, que es algo que puedes recordar cuando eres el que pierde el trabajo.

Me ha llamado la atención el punto 2, el que habla de aprovechar para realizar viajes o para adquirir y profundizar en conocimientos nuevos. En cuanto lo he leído me he acordado de Iván y el proyecto OBEA Learning From the WORLD, en una combinación de ambas opciones realmente envidiable.

Habrá que pensar si hay cosas que podamos plantearlas sin esperar a quedarnos sin empleo 🙂

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