photo credit: Tomás Fano
He visto como se realizaban las obras en la vÃa que une Jesús con Roquetes porque normalmente paso por allà cuando salgo con la bicicleta, como estos dÃas de descanso veraniego. La verdad es que es una gozada pasar por allà porque ha quedado muy bien.
– ¡Qué bien, han puesto un carril bici!
– Uy, es del mismo color que la acera de los peatones, ¿no podrÃa llevar a confusión?
Normalmente, a las horas que paso no suele haber nadie, asà que no da lugar a ningú tipo de problema. Ayer, sin embargo, a la vuelta me encontré con una señora mayor en el carril bici. Frené hasta casi parar para dejarla pasar; «Lo timbre!» -me dijo. Pensé que tendrá razón y las bicis que no tienen timbre no deberÃan ir por el carril bici.
A las horas que paso no sólo no encuentro peatones, tampoco suelen circular muchos coches. Hoy, cuando he pasado por el mismo tramo, no he cogido el carril bici, he ido por la calzada. Se iba muy bien, muy fino, muy suave.
– ¿Por qué hacen los carriles bici tan incómodos?
– No lo sé. ¿Para que la gente no los use?